El proyecto constructivo de mejora integral de la línea Huesca – Canfranc incluye una serie de actuaciones en proceso de ejecución con el objetivo de mejorar las condiciones de la superestructura del tren conocido como Canfranero. Sus características técnicas limitaban la velocidad de sus circulaciones a 50 km/h para los trenes de viajeros y 40 km/h para los de mercancías, por lo que el proyecto pretende elevar estas velocidades y mejorar la fiabilidad de la línea.
En diciembre de 2022 nuestro equipo realizó la prospección de flora y fauna en el tramo Jaca – Canfranc de la línea ferroviaria, paso previo a los movimientos de tierras que empezaron a realizarse el pasado mes de julio. Ahora nuestros especialistas se encargan de ejecutar el control de obra arqueológico y medioambiental en ese mismo tramo.
Asimismo, el equipo de Paleoymás se encuentra también al cargo del control de obra del tramo Ayerbe Caldearenas en la misma línea —siendo este de naturaleza paleontológica y arqueológica— para comprobar que no se realiza ninguna afección a restos patrimoniales conocidos o desconocidos hasta el momento.
Un tren con historia
A pesar de que las obras de construcción comenzaron en 1882, no fue hasta 1928 cuando el ferrocarril llegó a Canfranc, a cuya inauguración asistió el monarca Alfonso XIII. El tren, que se bautizó como Canfranero y que técnicamente corresponde a la línea 56, es conocido por su recorrido lento —casi 4 horas— y une la Estación Internacional de Canfranc (Huesca) con Zaragoza.
Los paisajes que pueden avistarse durante la ruta son muy atractivos, especialmente los del último tramo Jaca – Canfranc, de 24 km aproximadamente, en el que el tren asciende y se adentra en pleno Pirineo Aragonés.
Si te interesa, puedes leer más acerca del tren aquí.
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