¡Estamos de celebración! Porque este 1 de julio Paleoymás ha cumplido la friolera de 25 años. ¡Nada más y nada menos! Un logro así no es posible sin esfuerzo incondicional, trabajo en equipo, y sobre todo ganas de aprender y mucha pasión por lo que hacemos. Todos estos son ingredientes esenciales para cumplir nuestro propósito: preservar, investigar y difundir el patrimonio cultural y natural.
Veinticinco años se dice pronto, pero ¿quién iba a pensar que una pequeña consultora patrimonial, surgida el año que entró en vigor el euro (aunque este no comenzara a circular hasta tres años más tarde), que se estrenó El club de la lucha y que Britney Spears sacó su álbum …Baby One More Time, seguiría aquí un cuarto de siglo más adelante?
Desde luego, los jóvenes geólogos que la crearon siguiendo la estela de Jurassic Park y el creciente interés popular por los dinosaurios no lo imaginaban con tanta claridad. Hoy, un poco más sabios y habiendo acumulado ya una cantidad considerable de experiencia, los tres nos comparten su visión en lo relacionado con la concepción y la evolución de Paleoymás.
“Aunque siempre que se inicia un proyecto se plantea para largo, con esa edad tu imaginación no abarca tanto tiempo… Pero nos sobraban ganas e ilusión, tanta como experiencia nos faltaba. Era un reto tentador”.
Cronología de una efeméride
Julio, 1999. Durante las tareas de preparación de un dinosaurio —que más adelante se describiría como Tastavinsaurus sanzi— realizadas por el equipo de paleontología de vertebrados mesozoicos de la Universidad de Zaragoza (hoy Grupo Aragosaurus), tres recién licenciados en geología deciden embarcarse en la aventura de crear una consultora de patrimonio paleontológico. Su idea es proteger y promover dicho patrimonio mediante servicios relacionados con proyectos de asistencia técnica y divulgación de la paleontología. ¿Su primer proyecto? La excavación y la preparación de Arenysaurus ardevoli.
Desde ahí, y a lo largo de sus 25 años de trayectoria, Paleoymás ha experimentado una notable evolución. Lo que comenzó como una pequeña empresa ha terminado consolidándose como una entidad de referencia en el sector, con un portafolio extenso y variado, de grandes proyectos y otros más modestos. “Uno de los logros más importantes ha sido la variedad de trabajos realizados, muchos de ellos con gran mérito, y otros muchos con gran imaginación”.
Año 2000. Llegamos a Castilla y León para producir el Aula Paleontológica de Villar del Río, nuestro primer centro de interpretación paleontológico, e involucrarnos en la Ruta de las Icnitas de Soria: proyecto al que seguimos vinculado en la actualidad.
Año 2003. Incorporamos la arqueología en nuestra oferta y también comenzamos a colaborar con el Equipo de Investigación de Atapuerca, proyecto al que hemos estado vinculado casi 20 años con especial orgullo.
Año 2007. Abrimos una nueva línea de trabajos ambientales, y empezamos pisando fuerte con la prospección de Margaritifera auricularia para la Expo Zaragoza 2008 como nuestro primer trabajo. Además, concluimos las actuaciones paleontológicas en las obras de la M-30, que fueron especialmente importantes para la sección de consultoría patrimonial de la empresa. “Marcaron un antes y un después. Este proyecto nos acompañará siempre”.
Primeras prospecciones de Margaritífera ligadas a la Expo 2008.
Año 2011. Damos nuestros primeros pasos en Castilla-La Mancha ejecutando la señalización interpretativa de algunos de los Monumentos Naturales más emblemáticos de la provincia de Cuenca. Desde entonces, continuamos interpretando asiduamente espacios y monumentos naturales de la provincia, como la Reserva Natural de las Hoces del Cabriel o el Parque Natural de la Serranía de Cuenca; también creamos una app dedicada a todos ellos: NatuCuenca, galardonada como mejor APP Turística Nacional en 2017.
Año 2016. Creamos una reproducción de 20 metros del dinosaurio Losillasaurus giganteus en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, y posteriormente lo trasladamos a Aras de los Olmos para instalarlo allí definitivamente. Todo un reto constructivo y logístico que consiguió superarse con éxito.
Año 2023. Concluimos el diseño y producción del Museo Paleontológico de Galve “José María Herero”, dedicado al ilustre vecino que encontró casi 70 yacimientos y multitud de piezas fósiles en la localidad turolense. Un amplio proyecto con elementos escultóricos increíbles e información muy cuidada, sin dejar de lado, por supuesto, la estrella principal: los restos fósiles de dinosaurios.
“No podemos olvidarnos de proyectos emblemáticos como las primeras prospecciones de Margaritifera, el hallazgo de la Cápsula del Tiempo en la estatua de Cervantes, o la puesta en valor del volcán de Cerro Gordo en la comarca de Calatrava. […] Fonelas, o los diferentes proyectos realizados en los yacimientos de Las Hoyas, también son de gran importancia científica”.
Retirada de la cápsula del tiempo encontrada bajo la estatua de Cervantes frente al Congreso de los Diputados.
Tormentas y huracanes
Un proyecto sin adversidades no es un proyecto, y en 25 años tienen cabida muchos obstáculos, retos y crisis; algunas de ellas literales, como la de 2008 o la del covid-19. “Nunca se ha tirado la toalla, aunque se han pasado momentos muy difíciles. Algunas veces habría sido más fácil dejarlo, pero en lugar de ello decidimos invertir un gran esfuerzo, en ocasiones titánico”.
Estos enfrentamientos, a pesar de su dureza, han sido oportunidades para demostrar resiliencia y superación. “Nos ayudó tener claro dónde estábamos y cuáles eran nuestras opciones. […] El trabajo constante y el saber adaptarse a nuevas situaciones son el secreto para seguir adelante”. Desde luego, la innovación y la eficacia han sido elementos clave a la hora de no solo mantenerse a flote durante las tormentas, sino de salir fortalecidos de ellas.
“Fuimos flexibles, renunciamos a parte de lo conseguido, aprendimos nuevas técnicas y abordamos nuevas disciplinas. En definitiva, hicimos nuestra la famosa frase “Que todo cambie para que todo siga igual”, lo que ahora se llama reinventarse. A eso hay que añadirle mucho trabajo, y la pizca justa de suerte”.
La diversificación de servicios también ha sido esencial para el desarrollo de la empresa: aunque originalmente, Paleoymás estaba centrada de manera única en la consultoría paleontológica, se expandieron sus operaciones para incluir la arqueología y el medio ambiente y destacar el sector de la museística. Además, se implementaron herramientas que ahora consideramos imprescindibles, como los sistemas de referenciación geográfica (GIS) o la digitalización y el modelado 3D. “La innovación es continua en Paleoymás, explorando nuevos campos de actuación y nuevas herramientas. Es importante subirse a este tren. El que no lo hace, acaba perdido. […] Una innovación tecnológica al principio es exótica, luego es una palanca que te ayuda a mejorar, y finalmente es una obligación, ya que si no la utilizas te quedas atrás.”
Colaboración con la Fundación Atapuerca en el lavado de sedimentos y preparación para su triado.
Estos ajustes han permitido atender una variedad muy amplia de necesidades, enriquecer nuestra oferta de servicios y trabajar con más de 1800 clientes diferentes que han confiado en nosotros, muchos de los cuales repiten. ¿El secreto para mantener esta recurrencia? Por supuesto, escuchar y satisfacer sus demandas y expectativas, pero también implicarse con sus metas y comprometerse con la calidad de los trabajos realizados. “Nos gusta hacer las cosas bien. El trato directo con el cliente es nuestro fuerte, y conocemos bien las disciplinas en las que trabajamos. Sin ofrecer ese extra de excelencia y darles a las cosas el toque que a nosotros nos gusta, no sería lo mismo”.
Un pequeño gran equipo
El filósofo Thomas Reid escribió que una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil, lo que viene a decirnos que una cadena no sería nada sin sus eslabones; de igual modo, una empresa como Paleoymás no sería nada sin su equipo. “Las personas que integran Paleoymás (algunas desde hace más de 20 años) dan lo mejor de sí, y su capacidad y autoexigencia para desarrollar proyectos de calidad es el aspecto de la empresa que nos enorgullece más. Es nuestro equipo humano el que nos ha permitido crecer y hacernos fuertes”.
Es destacable el trabajo en equipo, en ocasiones de manera transversal, entre los distintos departamentos, colaboración que resulta clave en nuestro funcionamiento. Pero la excelencia no es solo trabajo duro: también hace falta pasión, y convicción de que lo que hacemos deja el mundo un poquito mejor de lo que lo habíamos encontrado. “Nos gusta mucho, mucho lo que hacemos. Es decir, nos ganamos la vida con lo que nos gusta. Eso es como para sentirse orgullosos, ¿no?”.
Diseño y ejecución del nuevo Museo Paleontológico Jose María Herrero de Galve
Siempre mirando hacia delante
En cuanto a los planes de futuro de Paleoymás, nuestro principal objetivo es enfrentar los próximos desafíos con la misma dedicación que nos ha caracterizado estos últimos 25 años, seguir comprometiéndonos con la calidad y la innovación, y seguir creciendo de manera realista y racional, sin dejarnos nada por el camino.
De manera más concreta, asentar líneas de trabajo continuadas en todas las secciones para ganar aún más experiencia y soltura, así como consolidarnos como empresa de referencia en Aragón y comunidades limítrofes en nuestro sector, son algunas de las metas a las que aspiramos en los próximos años. Sin olvidarnos, por supuesto, de seguir contribuyendo a la conservación y aprovechamiento sostenible del medio natural y el patrimonio cultural, y de promover algunas disciplinas específicas en la sociedad, como la geología, a través del geoturismo.
Consideramos que lo más importante para alcanzar estas metas es creer en nuestros proyectos e implicarnos al máximo, y eso es precisamente lo que le recomendaríamos a cualquiera que desee emprender un proyecto empresarial. “Hay que abordar proyectos alineados con tus intereses, habilidades y conocimientos. Esto hará que cuando el camino se ponga cuesta arriba, que lo hará, no sea tan duro. […] El proyecto debe ser sostenible económicamente. Si no lo es, replantéalo, o no te metas. […] Pero si se tiene un sueño, hay que seguirlo y luchar”.
Rodeados de todos vosotros, levantamos nuestra figurada copa por estos últimos 25 años, y cerramos los ojos para desear 25 más.