En el Mesolítico, una mujer joven pastoreaba un pequeño rebaño de tres uros al norte de la sierra de O Courel, en la provincia de Lugo, cuando cayó con ellos a una sima, probablemente oculta por la nieve, donde murió.

Unos 9300 años después unos espeleólogos encontraron sus restos y se la bautizó como Elba, nombre celta que significa “la que viene de las montañas”. Su investigación científica ha aportado interesantes datos, como las condiciones de vida de los pobladores de la zona de Cova do Uro (situada en Chan do Lindeiro, Pedrafita do Courel, Lugo) e incluso sus rasgos faciales.

En 2019 el equipo museográfico de Paleoymás fue responsable de ejecutar la reproducción hiperrealista de Elba por encargo del Concello de Quiroga y con el respaldo de los científicos que lideraron la investigación: el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní y la paleontóloga Aurora Grandal.

La reproducción mide 1,5 m de altura y presenta a Elba apoyada en una vara, ya que según el estudio forense presentaba una lesión en el pie. Está vestida con pieles de ciervo y cuero, y porta un zurrón, un cuchillo de sílex, y un collar y pendientes de hueso.

Elba se puede ver en el Museo Geológico de Quiroga, que realizó una ampliación en ese mismo año hasta duplicar su espacio.

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