Adecuación de un espacio divulgativo alrededor del tronco fósil de Igea, integrándose los dos elementos principales que aportan valor a este lugar: la presencia de un tronco fósil perteneciente al taxón Dadoxylon (Araucarioxylon) riojense y la excelente visibilidad del firmamento que se obtiene desde este lugar al ser uno de los puntos más oscuros de La Rioja (por lo que forma parte de la iniciativa Starligth promovida por la UNESCO).

Ambos valores se han integrado en un único concepto: la grandeza, la magnitud y la inmensidad de la naturaleza, representada en los grandes árboles cretácicos, los grandes dinosaurios saurópodos y el universo.

La actuación ha consistido en la producción e instalación de un dinosaurio saurópodo de 12 metros de longitud y algo más de 5 metros de altura, que se alimenta de una Araucaria de 10 metros de altura y la colocación de 5 mesas de interpretación que explican el significado del tronco fósil, de las reproducciones instaladas y de la relación entre la Tierra, la vida y el espacio a través de distintos eventos que explican la interacción entre todos los agentes protagonistas del medio natural.

La instalación se complementa con un planisferio de más de un metro de diámetro que ayudará a identificar y observar la cúpula celeste en todas las noches del año.