La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha adaptado la técnica del curage en diferentes enclaves de la Cuenca del río Ebro. Esta técnica consiste en la permeabilización de grandes masas de sedimentos consolidados por la vegetación. Su objetivo es reducir la exposición a la inundación de núcleos ribereños ante las avenidas y favorecer el estado natural de los sotos.

Las obras consisten en la apertura de ramales de libre circulación en una disposición paralela al margen del cauce principal, así como una descompactación superficial de los sedimentos.

Paleoymás Ambiental ha sido requerida para estudiar la posible presencia de ejemplares de náyades en el río Ebro en el entorno de las obras de los distintos curages que se realiza en en el tramo medio del río Ebro, con objeto de descartar la presencia de ejemplares vivos y adoptar las medidas necesarias que determine la administración en caso de hallaros. Durante la prospección, que se realiza con carácter previo al inicio de las obras, se pretende esta detección de individuos vivos o restos (indicadores de la posible presencia de ejemplares vivos en su entorno) de especies de náyades en la zona donde se van a realizar obras en el margen, al objeto de evitar que el movimiento de tierras o el cambio  los efectos potenciales perjudiquen a estos organismos.

Los trabajos se realizan en su mayor parte en tramos de Aragón, Navarra y La Rioja, entre ellos los pertenecientes a los términos municipales de Fraga (Huesca), Quinto de Ebro (Zaragoza), Alfaro (LaRioja), y Azagra y Ribaforada (Navarra).

El objeto de este trabajo es descartar la presencia de ejemplares vivos o, en el caso de hallarse ejemplares con vida, adoptar con éstos las medidas correctoras oportunas que determine el departamento de medio ambiente de cada comunidad autónoma.

La mayor parte de las zonas del proyecto de curage en el río Ebro no albergan poblaciones en el área afectada directamente por las obras, sino aguas abajo, donde se han encontrado poblaciones de Potomida littoralis, Unio mancus y Anodonta anatina. También se detectó la presencia de Corbicula fluminea (almeja asiática) y Dreissena polymorpha (mejillón cebra), dos especies exóticas invasoras muy extendidas en la cuenca del Ebro.

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