Entre los municipios conquenses de Enguídanos y Víllora se encuentra el paraje de las Chorreras del Cabriel, donde el río que le da nombre, principal afluente del Júcar, ha ido excavando en el inmenso edificio tobáceo un cañón fluvial salpicado de pozas, saltos de agua cristalina y pequeñas cascadas.

Esta zona corresponde a un Lugar de Interés Geológico (LIG) debido al alto interés científico de las formaciones tobáceas del río, y está clasificada como Monumento Natural. Es por ello que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha decidió promover una actuación de puesta en valor de dicho enclave, fomentando el geoturismo y ampliando la oferta turística ya existente en la comarca.

Nuestro equipo de interpretación se encargó del diseño, producción e instalación de los elementos interpretativos que componen la actuación: Paneles de señalización del monumento; Mesas interpretativas sobre los distintos elementos de interés; Carteles de señalización del sendero; Señales reguladoras.

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