Las mañanas despiertan frías en Teruel, especialmente tras el equinoccio de otoño. En esta provincia con poca densidad de población y clima duro, las hojas ya han caído y multitud de aves que se escondían en primavera y verano entre el espeso follaje quedan al descubierto.
Durante las labores de vigilancia ambiental de líneas eléctricas, nuestro equipo de consultoría ambiental pasa muchas horas caminando por entornos naturales, la mayor parte de las veces situadas en zonas poco transitadas. Y aunque pudiera parecer que solo estorninos, gorriones y palomas se atreven a acercarse al ser humano, si nos fijamos bien encontramos una gran variedad de aves que nos dejan embelesados.
Algunas especies son muy conocidas y tremendamente atractivas. Entre estos pajarillos más sociables encontramos el herrerillo común, el serín verdecillo o el petirrojo que nos conquistan con sus colores llamativos resaltando entre las copas de los árboles de bosques y jardines.
Ejemplares de la familia de los páridos, concretamente algunos carboneros común y garrapinos, se dejan ver habitualmente por el entorno de las líneas. Tanto que hemos pillado a uno de ellos con su nido en uno de los aislantes.
Carbonero común (Parus major)
Otras de estas especies son más crípticas, con colores tostados y moteados que los hacen mucho más difíciles de localizar, como es el caso del archiconocido pico picapinos, un tipo de pájaro carpintero difícil de ver pero fácil de detectar su presencia por los numerosos agujeros que deja en los troncos de los árboles. Viven en una gran variedad de hábitats forestales o semiforestales, desde pinares de montaña hasta bosques de ribera.
Los colirrojos tizones, aunque de colores cenizos, son más sencillos de ver, ya que nos acompañan en nuestras prospecciones desde Ababuj hasta Manzanera. Este año hemos también hemos podido fotografiar tarabillas, zorzales y piquituertos. Escribanos de distintas especies, como el triguero, el montesino e incluso el soteño.
Incluso, tras varios intentos (eso sí), la cámara de nuestro técnico fue capaz de captar un agateador europeo trepando a este árbol. Todo un maestro del camuflaje.
Agateador europeo (Certhia brachydactyla)
No podemos olvidar a las majestuosas aves rapaces, que nos sobrevuelan mientras campean y que, tristemente, por su gran envergadura son más propensas a sufrir daños si se acercan a las líneas eléctricas. Algunas de las especies que localizamos en esta zona son busardos ratoneros, milanos reales y negros, águilas reales, alimoches o cernícalos.
Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)
Fíjate bien, porque seguro que en tu próximo paseo vas a ver alguna de estas especies que te hemos presentado y eso lo hará mucho más divertido y enriquecedor.
Y recuerda que, si localizas un ave herida o muerta en el entorno de una línea eléctrica, puedes llamar al 112 para dar aviso a los Agentes de Protección de la Naturaleza (APN). Ellos irán a recogerlo para ayudarlo o conocer la causa de su muerte.
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